9. María José
Quedo atónito tras lo de María. Dulce María, no te merecías que te hiciesen daño...
Llamo a Paula. No contesta. Qué raro. Paula es súper quisquillosa, y es raro que no lo coja,así cuando quiero preguntar si sabe algo más.
Me llama Sonia. Decido seguir ocultando información, y mejor no quedar, pero la voy a atender.
- Estoy liado...
- ¿Con cuál? Ya me has bajado de la lista por lo de Miguel.
- Que no es eso, y ya lo hemos hablado. Tengo lío.
- Al grano: han matado a Paula.
¿Por qué me lo dice ella antes que la Policía? ¿Y cómo se entera? ¿Será la criminal? A lo mejor es que ella es policía secreta.
- A ver: la acabo de llamar, no contesta, y tú me dices que la han matado.
- Estaba en la parte trasera de su casa, envuelta en bolsas de plástico, con una bala en la cabeza.
- Joder, ¿cómo lo sabes?
- Me ha llamado Karl. Sospecha de mi, pero, desde luego, no voy matando yo a gente... Me dice que no te diga nada, y que mejor estemos por separado, pero yo sé que tú no has sido y ya te digo que yo menos. Pero ya me llamarás.
- Vale.
Llamo a Karl, le cuento la conversación y confesión de Sonia. Que no me fie, me dice. Que si, confirma el cadáver de Paula, y que mañana hablaremos.
Y a la hora de dormir, María José, tras años sin saber de ella:
- Me he divorciado.
- Gracias por informar.
Me dejaste plantado cuatro días antes de un viaje carísimo porque no eras tan materialista por un hombre latino sudamericano que se dedicaba al baile, coreografía y diseño de ropa deportiva. ¿Qué ha fallado, que quieras saber de mi? ¿El dinero?
- Ha ido infiel constantemente con las chicas de sus clase. Y ya está.
- Lo siento mucho.
- Espero me perdones por haberte dejado de esa manera...
- Ya se me ha olvidado.
- ¿Nos vemos este fin de semana?
No es el momento, pero me gustaría verla.
- Te llamaré.
- Esperaré.
Cuelgo. Como la quise, era perfecta, en lo bueno y malo, nos adaptamos, nos queríamos, pero...el latino, el fuego, la pasión que no le daba yo, pese a la buena vida que teníamos... No sé, puede que no te llame María José, y no por rencor, sino porque lo nuestro ya acabó.
Comentarios
Publicar un comentario