El playboy (novela de intriga romántica)

Han pasado unos años, desde todo esto. Hoy, toca ir al teatro, y disfrutar la ópera. Tengo ya 45 años, que cumplí hace un mes. Y puede que en unosmeses, programe con mi chica un embarazo  Sí, me he asentado. Y todo va muy rápido. Desde las muertes de esas chicas, todo ha cambiado. Excepto mi trabajo, hasta la vivienda. Pensaréis que he elegido a María José y vivo con ella, y que hemos seguido igual, como si nada, y ahora toca el bebé. O que quizás fue Anabel, por quién me he decantad, y empezado una nueva vida de pareja con ella.. Pues no. Corté con ambas. Ninguna quiso dejarlo, pero yo necesitaba alejarme. Y conocí, poco tiempo después, a Nina, de igual edad, en una panadería, un día que estaba comprando unas barras artesanas. De belleza incalculable, me resultó una mezcla de ambas, sería e intelectual como Mariía José, y divertida y dulce como Anabel. Todo lo que quería, en una sola persona. Y por la edad, nos hemos comprometido, comprado una casa en un edificio de co...

No lo puedo creer. María es sospechosa. - Alto, no se mueva. Ahora viene un doctor de emergencias, esperemos no le haya env... Y ya no escucho nada más.  Abro los ojos, estoy en el hospital. Al contrario de mi vida diaria, no hay ninguna mujer esperándome, pero sí Karl mirándome. - Ha tenido suerte. Se le ha hecho un lavado digestivo, y ha salido de peligro. Esa mujer ha matado por usted y le iba a matar también  - Pero... ¿María? - Sí. Su "amiga" ha confesado. Resumiendo: al haber enfermado sexualmente, quedar dañada, y por despecho, empezó a matar a todas las mujeres con las que se relacionaba "apasionadamente". También odiaba que algunas De las chicas que no eran tan saludables tuviesen mejor salud. De un modo u otro, planeó viles planes y lo consiguió. También es culpable de la muerte de Mónica y Gemma, que no fueron suicidios. Toda una señora experta en asesinatos. Debió leer mucho crimen y ver series de criminales, aparte de ser astuta. Y su última...

- Anabel, ahora no puedo. - Estoy en el aeropuerto. Sé.lo que ha pasado. He tenido que dejar el viaje, la Policía me lo impide. Cualquier cosa, estaré disponible. Y yo con María José... Tengo que ir a comer, pero suena el teléfono de nuevo. - Soy María, necesito verte. ¡María! ¿Habrá anulado la boda? - Dime. - ¿Puedes venir a comer conmigo? Me salvas. - Claro. Anulo lo que tengo. Envío un mensaje, también a Karl, y me dirijo a casa de María, donde huele rico. Es pasta carbonara, de mis favoritas. Y conociéndola, seguro que con bastante bacon y postre. Sexy, como siempre, no la beso por educación. Hablamos de su boda, la relación y como se siente. Agradable y dulce, como siempre, en parte me entristece que se haya comprometido con otro. Y lo de la enfermedad, algo que es cierto que hace que sexualmente ni se me ocurra estar con ella... Pero si no le hubiese pasado... Me habla de cuando estuvimos juntos. Esperaba ramos, cholates, detalles y boda, como en la publicidad. Le informo que lo ...

Me quedo a dormir. No decimos casi nada del pasado, es como si no hubiesen pasado estos diez años. Nos besamos, abrazamos, queremos, deseamos y nos sentimos hasta altas horas de la noche. Aviso a Karl que me quedo a dormir.  A la mañana, igual: dulzura, tranquilidad, paz.  - ¿Nos vemos para comer?- me pregunta, como lo más normal del mundo. - Claro. Soy incapaz de negarme. Tiene todo lo que quiero en una mujer. Y no es perfecta, porque ya os digo que puede ser de todo menos divertida (siempre tengo que ser yo quién demuestre el ingenio humorístico), pero soy feliz con ella. Y llama Karl. Espero una bronca. - Han aparecido dos chicas muertas más: Fabiana y Gemma. - Ayer vi a Gemma. - La de las joyas...se ha suicidado... La de la comida, otra envenenada... Estoy alucinado.  Mi dos chicas de sonrisa fácil, las dos más niñas, también muertas. Estoy desconsolado. Paso la mañana en comisaría y trabajo. Cuando voy a buscar a María José al piso, suena el teléfono. Ana...